Cuarta Entrega Claves Libro Tlanté

Cuarta Entrega Claves Libro Tlanté

Como ustedes ya saben, este personaje tiene un gran poder pero no puede ocuparlo en este mundo, a menos que sea para ayudar. En uno de los capítulos donde, una vez más debe ayudar a Quilla en una experiencia de viaje a través del tiempo, para vivir una experiencia pasada que le iba a servir en el futuro, ocupa el poder de deslizarse por la tierra sin esfuerzo, sin riesgo y anulando el tiempo. El texto dice: Tlanté marchaba a pasito rápido y suave. Se deslizaba por el camino, parecía flotar….pensaba cuánto de las enseñanzas de sus compañeros estelares ya habrían aprendido esta gente. Como era esto de “caminar la tierra”, para que así la Pachamama los acoja y los lleve sin cansancio. Recorrer grandes distancias fuera del tiempo, con alas en los pies, protegidos y sobre todo, él sabía cuán fácil resultaba esa práctica. Para ello se requería sólo respeto y amor, mientras los pies se deslizaban casi sin apoyar los talones, como pidiendo permiso al suelo para recorrerlo.

Hasta aquí parte de ese texto. Los chaskis, mensajeros incas del tiwantinsuyo eran capaces de recorrer de montaña a mar (unos 400 kmts. en unas pocas horas y regresar durante el día, gracias a esa capacidad, quienes los veían transitar aseguraban que prácticamente no pisaban el suelo. En el Tibet los monjes Gompa, también mensajeros, solían fijar su mirada en el entrecejo (G. Pineal) y prácticamente volaban sobre riscos, piedras y quebradas sin tropiezos y a una velocidad impactante. Personalmente pude aprender a caminar de ese modo, gracias a la sabiduría atacameña, de parte de una abuela de 91 años que caminaba así siempre. Amigos, ensayen, verán que aparte de cumplir con la ley del amor para la tierra, podrán caminar grandes distancias sin cansancio, recorrerán a la rapidez que deseen, no tropezarán y sobre todo la Pacha mama los protegerá…..”con respeto, amor y gratitud” todo es posible. Un sabio atacameño me contó que antiguamente no había accidentes, incluso cuando comenzaron a usar camiones para las minas, todo ello porque antes de partir siempre primero pedían permiso a la Pachamama para recorrerla, agradecidos. Pero con el tiempo comenzaron a olvidarlo, y también llegaron otras personas que sólo dominaban los caminos, entonces ocurrieron los primeros accidentes.

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