A solicitud de muchos de los amigos pinealistas, las próximas entregas estarán destinadas a develar otras claves, esta vez contenidas en el cofre de los secretos del libro Surameris. Ahora vamos con Tlanté y sus vaticinios y últimos consejos.

“Pachacuti, quinientos años de fuertes aprendizajes deberán pasar. Se mezclara la bondad con la maldad, la justicia con la injusticia, dominios y dominados, vida y muerte, desolación, asolación, ideales y traiciones. Gran preparación de un plan superior ya en marcha, antes de que la verdad del origen salga a luz, y el amor, la sabiduría y el poder de realización en perfecto equilibrio sea en América. La mezcla alquímica de las memorias, a través de sus habitantes, se hará luz y el plomo se convertirá en oro.

“Cuando las generaciones americanas del futuro reconozcan a la naturaleza, al reino animal, al cosmos y a Dios como uno, hijos y hermanos de una misma gran creación; cuando se reconozcan como herederos creadores, responsables del devenir de la tierra; cuando reconozcan las ‘malas hierbas’ como sanadoras, pidan permiso a la Pachamama para caminarla y bendigan la vida; cuando reconozcan que de sí mismos nada pueden de verdad si no es en uno con su fuente; entonces será el signo que anunciará la llegada de la edad tercera de perfección en la unidad de las cualidades de las tres razas. El ojo de la estrella esplenderá en la frente de sus habitantes y se extenderá por todo el planeta y el amor será la bandera de todos los pueblos. La iniciación planetaria y su ascensión habrá comenzado. Este planeta pasará a conformar la vida-luz del universo. ¡Y esto comienza en América!”.

Tlanté recibió en su hombro a Ka, su paloma, que ya revoloteaba sobre su cabeza y subió por el cono de luz instalado ya en la explanada de la plaza central, en Machu Picchu. “¡Qué alegría volver a verte, mi amada Ka. No sabes cuánto te extrañé en mi traje emocional humano!”, fue lo último que se le escuchó decir.

CLAVES DEJADAS POR TLANTÉ A LOS INCAS, Y A TODOS LOS PUEBLOS ANCESTRALES AMERICANOS, LUEGO DE SU PARTIDA
Haz como tus ancestros:

• No te cortes el pelo, forma trenzas para captar y entramar los recuerdos del principio… Ahí se guardarán para que un día puedan recuperar las memorias, transmitirlas y cumplir con el gran plan.
• Las claves están inscritas en los tejidos de las alfombras, en sus diseños geométricos. Sigan tejiendo las memorias algorítmicas de la ciencia estelar. Oculten aquí la verdad de la existencia de esta humanidad hasta que el camino esté preparado para ser develado desde el interior del ser.
• Ustedes, los narradores, los cuentacuentos, guarden en sus relatos la verdadera historia desde los albores de los tiempos en la Tierra. Ocúltenla en leyendas, mitos y tradiciones para que no sean usurpadas ni arrebatadas. Ellas pasarán de generación en generación hasta que los tiempos de ayninakuychis lleguen.
• Cuando las profecías ancestrales aparezcan en América, tómenlas en cuenta, sin temor, con alegría y esperanza, ustedes serán los actores. Hay en ellas una forma de ciencia estelar que permite entrar a través del tiempo y determinar eventos para acciones específicas, así como guiar a quienes estén en esa edad futura y encontrarlos preparados.
• Cuando el cóndor del sur se encuentre con el águila del norte en el lugar del jaguar, América esplenderá en luz, irradiará y será ejemplo al mundo.

Un gran abrazo de luz azul y hasta la próxima entrega.